Los gritos de gol sonaron diferente. El Monumental se llenó de nostalgia y no fueron pocos a los que se les escapó un par de lágrimas. Es que las dos perlitas que Luis Rodríguez les regaló a sus hinchas, sonaron a despedida; a ese abrazo al ser amado, que esconde un "hasta luego".
Ese tiro libre que "Pulguita" puso dos veces en el mismo lugar (el primer remate fue anulado porque el juez no había dado la orden), y esa emboquillada divina para estampar el 3-0, pueden haber sido los últimos goles del simoqueño en 25 de Mayo y Chile, vistiendo la camiseta de Atlético. Por eso, la imagen del héroe dejando la cancha y llevándose la mano al corazón cuando fue reemplazado por Gonzalo Ontivero, es todo símbolo. Aunque el ídolo no quiera adelantarse a los hechos. "Al tema de mi futuro lo manejan mi hermano (Walter) y el presidente (Mario) Leito. Yo espero que lo que decidan sea lo mejor para mi futuro y para el club", explicó el goleador que según rumores tendría ofertas de clubes de Primera y del exterior. "Hay que esperar. Yo no me iría nunca de este club, aunque el hecho de jugar en Primera me seduce mucho", afirmó.
Su actuación personal, sumado a que el equipo se reencontró con la victoria, le dan otro marco a ¿la despedida? Además, el "decano" superó la dura barrera de los 50 puntos, algo que se hizo desear demasiado. "La verdad que sí. Volvimos a ganar y superamos el objetivo. Queda una fecha más, y queremos terminar lo más arriba posible", advirtió Rodríguez,
Con las dos pinceladas de ayer, Luis Miguel igualó su mejor marca. Llegó a los 20 goles en una temporada, algo que el delantero había conseguido en la campaña que derivó en el ascenso de Atlético a la máxima categoría. "En lo personal estoy muy contento porque voy a terminar como goleador del torneo, una vez más. Además, estoy agradecido a mis compañeros porque sin ellos no podría haber logrado esto", expresó.
Ayer el hincha lo mimó, lo cobijó y le regaló una ovación; quizás presintiendo el desenlace; y él se llenó de emoción. "Llevo casi siete años en el club y el cariño que recibí en todo este tiempo fue inmenso", dijo; y agregó: "es mi casa y siempre voy a tener ganas de volver". ¿Acto fallido?